Occident Express

Bueno, con retraso, como no podía ser de otra forma, pero con mucha ilusión, me dispongo a relatar alguna aventurilla de mis viajes por Europa, mientras me sorprendo de que, cosas del Firefox, todo lo que escribo, contiene faltas de hortografya (y sin poner reportage). La historia comienza en un lugar de Vizcaya de cuyo nombre, aunque quisiera no podría acordarme; y, aunque era un viaje de interrail, empezó en coche. Nuestras estancias en Hendaya y en París tuvieron una cosa común: la rapidez, y es que unas 14 horas después de salir de ni-dios-sabe-donde estábamos ya en la estación central de Amsterdam. En Amsterdam pasamos 2 noches, y no hace falta dar detalles de lo que vimos/hicimos. Viajar gratis en primera está bien, y más si es en un tren alemán. Está bien compartir habitación con hispanohablantes, y más si son hispanohablantes femeninas. Fue también en Berlín donde cogimos el tren del que más orgullosos estamos: el mismo que debió de usar Stalin para regresar de las conferencias de Postdam, o uno de los que llevaban a los judíos de Berlín a Auswitz pero bajándonos en Cracovia. Bonita ciudad, una pena no haber aprovechado esa noche de sábado, pero no había donde dormir, salvo el tren nocturno a Viena. Ciudad también muy bonita con un precioso parque, y un bonito palacio, aunque esto último quienes me acompañaron nunca lo sabrán. Algo parecido puedo decir de los canales de Venecia y de la estación de Milán, muy bonitos, pero el resto de la ciudad... a saber. Zürich también es una ciudad muy interesante, os lo prometo, con algo más que navajas y relojes, pero de nuevo el tener que andar cambiando de moneda es un tedio (k bonita palabreja). Aquí llegó lo más curioso del viaje, ya que ante la negativa de 2/3 del grupo de viajar a París para “ver tiendas”, el restante tercio decidió irse él solito para la capital dejándonos al nosotros echando a suertes el paso previo a París (tocó Lyon). En Lyon comprobamos lo que es tener a Sarkozy como presidente, y es que, que un tipo te pida droga a plena luz del día y en una plaza es algo que puede pasar, que te hagan un control antidroga en el mismo lugar, puede pasar, pero que te hagan un segundo control, diez minutos después del primero, y a menos de 100m, es triste. NO VENDO DROGA, ¿VALE? El resto es un desarrollo lógico, Lyon; París, donde gracias a la ineptitud del funcionariado francés tuvimos que hacer noche en un albergue alejado de la mano de Sarkozy; Burdeos y Hendaya.

Mañana Jaias de Bilbo, (el juego de palabras es intencionado, pero no tiene ni puta gracia).